Discurso del Primer Ministro Suga en el 75º periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

2020/9/25
  1. El 25 de septiembre (hora de Nueva York), Sr. SUGA Yoshihide, Primer Ministro del Japón, pronunció su declaración en el Debate General del 75º periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
  2. La declaración del Primer Ministro Suga es la siguiente (traducción tentativa).
 
Señor Presidente, Excelencias,
Es un honor para mí pronunciar mi primer discurso, tras asumir el pasado 16
de septiembre el cargo de Primer Ministro del Japón, en Naciones Unidas,
que celebra su 75º aniversario.
La nueva enfermedad del coronavirus nos ha llevado a una crisis sin
precedentes que, a su vez, ha forzado a la comunidad internacional a volver
a la cooperación revirtiendo su tendencia hacia la división y el aislamiento.
Durante los últimos 75 años, el multilateralismo se ha fortalecido y ha
avanzado frente a múltiples desafíos. Les insto a todos a que nos unamos de
manera solidaria para que podamos convertir la crisis actual en una
oportunidad para reforzar nuestra cooperación.
Señor Presidente,
En nuestra lucha contra el virus, Japón ha hecho todo lo posible por la salud
y la seguridad de la población de Japón y de todo el mundo, aprovechando
por igual el conocimiento acumulado de los sectores público y privado.
Ahora estamos en la fase de revitalización de las actividades
socioeconómicas al tiempo que mantenemos las medidas para prevenir la
propagación de infecciones. Permítanme compartir con ustedes unas
reflexiones basadas en la experiencia de Japón.
La propagación del coronavirus constituye una crisis de seguridad humana
que representa una amenaza para la vida, los medios de subsistencia y la
dignidad de las personas en todo el mundo. Nuestro principio rector para
superar esta crisis debe ser "no dejar a nadie atrás". El concepto de seguridad
humana, que se centra en las personas, se ha debatido durante muchos años
en este mismo foro de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Señor Presidente,
Ahora que nos enfrentamos a una crisis como la actual, y guiados por el
principio de la seguridad humana, creo que es fundamental establecer el
objetivo de "no dejar atrás la salud de nadie" a la vez que trabajamos para
lograr la cobertura universal de salud. Espero que este sea nuestro objetivo
compartido. Sobre esta base, Japón liderará de forma proactiva los esfuerzos
internacionales poniendo énfasis en los tres siguientes aspectos en
colaboración con otros países.
En primer lugar, debemos salvaguardar las vidas de las nuevas enfermedades
provocadas por el coronavirus. Japón apoya plenamente el desarrollo de
terapias, vacunas y diagnósticos, y trabaja para garantizar un acceso justo y
equitativo para todos, incluyendo a los países en desarrollo. Japón también
trabaja con las organizaciones internacionales para que los correspondientes
esquemas internacionales puedan ofrecer resultados. También proponemos
un marco de “agrupación de las patentes”. La asociación público-privada es
fundamental, especialmente en el sector de la salud, y Japón la va a promover
con firmeza.
En segundo lugar, debemos prepararnos para futuras crisis de salud. Japón
se compromete a incrementar sus esfuerzos en los países en desarrollo para
construir hospitales, así como para ayudar a fortalecer los sistemas médicos
y de salud mediante el suministro de equipos y el apoyo al desarrollo de
recursos humanos. En colaboración con la ASEAN, Japón está apoyando el
establecimiento de un Centro de la ASEAN para emergencias de salud
pública y enfermedades emergentes. Japón también ha estado apoyando a los
Centros Africanos para el Control y la Prevención de Enfermedades. De
hecho, en África, estamos siendo testigos de los resultados tangibles fruto de
nuestra dilatada experiencia en cooperación a través del proceso TICAD para
el desarrollo de recursos humanos, así como para la provisión y
mantenimiento de instalaciones en el sector de la salud. Japón ha prestado
apoyo para el establecimiento del Instituto Memorial Noguchi de
Investigaciones Médicas en Ghana y ha ayudado a capacitar a sus técnicos
de laboratorio médico. El Instituto actúa como el núcleo de la respuesta del
país al coronavirus y lleva a cabo hasta alrededor del 80% de las pruebas de
PCR realizadas en el país.
En tercer lugar, tomaremos medidas para garantizar la seguridad sanitaria en
un contexto aún más amplio. Continuaremos trabajando con otros países para
mejorar las condiciones del aprovisionamiento de agua, saneamiento e
higiene, nutrición y otros factores ambientales. En respuesta a la crisis actual,
Japón ha proporcionado ayuda exterior de más de 170 mil millones de yenes
japoneses, es decir, 1.540 millones de dólares a los sectores médico y
sanitario.
Junto a estas iniciativas, es de vital importancia tomar medidas para
revitalizar las economías duramente afectadas por la crisis. Para impulsar las
actividades económicas en los países en desarrollo, Japón está
implementando el Préstamo de Apoyo de Emergencia para la Respuesta a la
Crisis COVID-19 dotado de hasta 500 mil millones de yenes japoneses, es
decir 4.500 millones de dólares durante un periodo de dos años. La
reactivación de la economía se basa en el movimiento seguro de personas.
Haremos nuestro mayor esfuerzo para asegurar la distribución universal de
vacunas y terapias. El libre comercio no debería detenerse ni siquiera con las
restricciones provocadas por la crisis. Seguimos promoviendo la reforma de
la OMC y los acuerdos de asociación económica con otros países. Los
tiempos de dificultad son, de hecho, tiempos de innovación. Japón, por su
parte, trabajará en la digitalización con carácter de urgencia.
Ahora debemos atender al concepto de seguridad humana de la nueva era
para responder a varios desafíos, acelerar los esfuerzos para lograr los ODS
y abordar los asuntos globales. Con este fin, propongo que aprovechemos los
conocimientos procedentes de todo el mundo para profundizar en nuestro
diálogo.
Señor Presidente,
De cara al futuro, debemos “reconstruir mejor” a partir de la pandemia de la
COVID-19 y crear una sociedad flexible pero resiliente en la que se hayan
alcanzado los ODS y donde se genere un círculo virtuoso entre medio
ambiente y crecimiento. La crisis actual está teniendo un fuerte impacto en
la educación de los niños y los jóvenes que forjarán el futuro. También está
afectando a las mujeres, entre otros colectivos. Para crear una sociedad mejor
y más inclusiva, hay tres cuestiones que considero de suma importancia.
La primera es la importancia de las Naciones Unidas y el multilateralismo.
La ONU debería ser un foro en el que todos los participantes se involucren
de manera constructiva para responder a la crisis y trabajar juntos con
transparencia. Aun respetando enormemente las actividades y esfuerzos que
ha realizado la ONU hasta ahora, me gustaría también enfatizar que la
Organización necesita más que nunca de una gobernanza neutral y justa. La
OMS es clave en nuestra respuesta colectiva a las enfermedades infecciosas.
Con una revisión y reforma, creo que la OMS podrá hacer un mejor uso de
los conocimientos especializados necesarios en el momento adecuado y de
la manera adecuada. Con esta convicción, Japón está dispuesto a cooperar en
el proceso de revisión y reforma. Asimismo, la reforma de la ONU, incluida
la reforma del Consejo de Seguridad con el objetivo de reflejar las realidades
del siglo XXI, es una tarea urgente en un momento en que la ONU celebra
su 75º aniversario.
En segundo lugar, estoy convencido de que la crisis actual no debe poner en
peligro la paz y la seguridad internacionales. La participación de las
Naciones Unidas en las operaciones de mantenimiento y consolidación de la
paz sigue siendo vital. Sobre la base de la política de “Contribución proactiva
a la paz”, Japón seguirá contribuyendo al sostenimiento de la paz, haciendo
uso de sus experiencias, incluyendo nuestro papel en la Comisión de
Consolidación de la Paz, y participando en el fortalecimiento de las
instituciones y la creación de capacidades. También seguimos
comprometidos con la capacitación del personal de mantenimiento de la paz
en colaboración con los países africanos y asiáticos.
En tercer lugar, no debemos permitir desafíos al imperio de la Ley en tiempos
de creciente incertidumbre. El imperio de la Ley, tal como lo establecemos
nosotros mismos en los ODS, es la base del orden, tanto nacional como
internacional, y es en sí el espíritu sobre el que se construyen las Naciones
Unidas. En marzo del próximo año, organizaremos de forma telemática el
14º Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y la
Justicia Penal en Kioto con el objetivo de promover el imperio de la Ley.
Japón continúa promoviendo un Indo-Pacífico Libre y Abierto, como base
de la paz y de la prosperidad regional ancladas en el imperio de la Ley a nivel
global.
Señor Presidente,
La cuestión de los secuestros por parte de Corea del Norte es motivo de
profunda preocupación para la comunidad internacional. Yo mismo he
trabajado en este tema durante muchos años. Este año fallecieron dos padres
de las víctimas. Resulta desgarrador imaginar el dolor de los familiares que
fallecieron después de trabajar tan duro para rescatar a sus amados hijos y
que, sin embargo, no han logrado al final un reencuentro. Las familias de las
víctimas continúan envejeciendo por lo que no hay tiempo que perder antes
de que resolvamos el problema de los secuestros. La posición de Japón se
mantiene inalterable. Japón busca normalizar su relación con Corea del
Norte, de acuerdo con la Declaración de Pyongyang Japón-RPDC, mediante
la resolución integral de las cuestiones pendientes que son motivo de
preocupación como los secuestros, las cuestiones nucleares y de misiles, así
como la solución a los desafortunados hechos del pasado. Como nuevo
primer ministro de Japón, estoy dispuesto a reunirme con el presidente Kim
Jong-un sin ninguna condición previa. El establecimiento de una relación
constructiva entre Japón y Corea del Norte no solo servirá a los intereses de
ambas partes, sino que también contribuirá en gran medida a la paz y la
estabilidad regionales. No perderé la oportunidad de adoptar medidas con
toda mi dedicación.
Este año marca el 75º aniversario desde que se usaron por primera vez las
armas nucleares. Hiroshima y Nagasaki no deben repetirse jamás. Con esta
determinación, Japón no escatimará esfuerzos para lograr un mundo libre de
armas nucleares y al mismo tiempo defender firmemente los Tres Principios
No Nucleares. Este año también marca el 50º aniversario de la entrada en
vigor del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP), que figura
como piedra angular del régimen internacional de desarme y de no
proliferación nuclear. Deseo enfatizar una vez más la importancia de
mantener y fortalecer el Tratado. Nosotros, como comunidad internacional,
debemos estar unidos para trabajar en el control de armas y en el desarme de
armas convencionales, o "Desarme que salva vidas".
Señor Presidente,
En el verano del próximo año, Japón está decidido a albergar los Juegos
Olímpicos y Paralímpicos de Tokio como prueba de que la humanidad ha
derrotado la pandemia. Seguiré sin escatimar esfuerzos para poder darles la
bienvenida a unos Juegos seguros y sin riesgos.
Gracias por su atención.