Discurso del Primer Ministro ISHIBA Shigeru en el 80º Período de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas
2025/9/23
Discurso del Primer Ministro ISHIBA Shigeru en el 80º Período de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas
(23 de septiembre de 2025, en la sede de la ONU)
(Traducción provisional)
(Traducción provisional)
1. Introducción
Sra. Presidenta, Excelencias,
¿Cuál es el propósito de que nos reunamos hoy aquí en las Naciones Unidas?
¿Están las Naciones Unidas cumpliendo actualmente con el papel que se espera que desempeñen?
Hace 80 años, las Naciones Unidas fueron creadas para ser el núcleo de un nuevo orden internacional basado en la seguridad colectiva.
La Primera Guerra Mundial fue la primera guerra total en la historia. La Liga de las Naciones se fundó para prevenir su reaparición. Sin embargo, no pudo evitar la Segunda Guerra Mundial. Basándose en ese fracaso, las Naciones Unidas fueron creadas fundamentalmente por las naciones victoriosas, con el objetivo de proteger la paz y la seguridad internacionales.
Sin embargo, hoy, 80 años después, ¿está la ONU actual cumpliendo con el papel que se esperaba de ella inicialmente? ¿Está desempeñando sus funciones plenamente?
¿Cuál es el propósito de que nos reunamos hoy aquí en las Naciones Unidas?
¿Están las Naciones Unidas cumpliendo actualmente con el papel que se espera que desempeñen?
Hace 80 años, las Naciones Unidas fueron creadas para ser el núcleo de un nuevo orden internacional basado en la seguridad colectiva.
La Primera Guerra Mundial fue la primera guerra total en la historia. La Liga de las Naciones se fundó para prevenir su reaparición. Sin embargo, no pudo evitar la Segunda Guerra Mundial. Basándose en ese fracaso, las Naciones Unidas fueron creadas fundamentalmente por las naciones victoriosas, con el objetivo de proteger la paz y la seguridad internacionales.
Sin embargo, hoy, 80 años después, ¿está la ONU actual cumpliendo con el papel que se esperaba de ella inicialmente? ¿Está desempeñando sus funciones plenamente?
2. El nacimiento de las Naciones Unidas: Paz y seguridad
Sra. Presidenta,
La paz y la seguridad nunca son algo dado. Sólo si nos esforzamos proactivamente, se lograrán la paz y la seguridad.
El propósito más importante de las Naciones Unidas, según lo estipulado en la Carta de la ONU, es el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales. La principal responsabilidad de esto recae en el Consejo de Seguridad, y a los cinco países que desempeñaron un papel de liderazgo en la creación de la ONU se les otorgaron derechos especiales, como ser miembros permanentes y el derecho de veto en el Consejo de Seguridad, lo que conlleva asimismo una responsabilidad especial. También se estipuló la creación de una fuerza de la ONU bajo la autoridad del Consejo de Seguridad. Además, en previsión de que el Consejo de Seguridad no funcionara correctamente, se reconoció el derecho de autodefensa individual y colectiva de los países.
Sin embargo, debido al poder de veto otorgado a los miembros permanentes, el Consejo de Seguridad no ha podido adoptar las decisiones necesarias en muchos casos de crisis.
Por supuesto, los Estados miembros han recurrido a su sabiduría y han desarrollado una variedad de mecanismos innovadores.
En 1950, la Asamblea General aprobó la resolución "Unidos por la Paz", lo que permitió a la Asamblea General tomar medidas. En la crisis de Suez de 1956, los países involucrados, incluidos, Reino Unido y Francia, miembros permanentes del Consejo de Seguridad, aceptaron la resolución en el período extraordinario de sesiones de la Asamblea General, y se estableció el alto el fuego. También se crearon operaciones de mantenimiento de la paz.
En la Guerra del Golfo, se permitió el uso de la fuerza por parte de los Estados miembros mediante una resolución del Consejo de Seguridad.
Desde 2022, se requiere que los miembros permanentes que hagan uso del veto den explicaciones en la Asamblea General.
A pesar de estos esfuerzos, el Consejo de Seguridad sigue sin funcionar eficazmente.
La invasión de Ucrania por parte de Rusia es el ejemplo más obvio. Un miembro permanente del Consejo de Seguridad, que debería tener una responsabilidad especial en la paz y seguridad internacionales, ha invadido un país vecino. Esto sacude los cimientos mismos del orden internacional. Las resoluciones del Consejo de Seguridad no se adoptan debido al veto, y aunque la Asamblea General ha adoptado resoluciones pidiendo la retirada inmediata de Rusia, éstas no se han implementado. Rusia está interpretando de manera unilateral el Artículo 51 de la Carta de la ONU y continúa la invasión de Ucrania amparándose en su derecho a la defensa colectiva. Esto recuerda a la "Primavera de Praga" de 1968. El Artículo 51 de la Carta nunca debe ser utilizado arbitrariamente.
El derecho de veto fue una elección inevitable como válvula de seguridad para evitar un conflicto directo entre las grandes potencias. Sin embargo, las limitaciones inherentes de las Naciones Unidas son evidentes.
Sra. Presidenta,
Al reflexionar sobre el progreso de las Naciones Unidas, ahora es el momento de ser decisivos a la hora de llevar a cabo la reforma del Consejo de Seguridad.
Es necesario ampliar tanto los miembros permanentes como los no permanentes. Aunque el número de países miembros se ha cuadruplicado, el número de miembros permanentes del Consejo de Seguridad sigue siendo el mismo que en el momento de su creación. No se trata simplemente de aumentar el número de miembros del Consejo de Seguridad. Sin embargo, creo que es posible aumentar la representatividad del Consejo de Seguridad sin comprometer su eficacia.
Al aumentar el número de miembros del Consejo de Seguridad, también debemos prestar atención al derecho de veto que tienen los miembros permanentes. Nosotros, el G4, proponemos congelar el derecho de veto de los nuevos miembros permanentes durante 15 años.
Si se amplía el Consejo de Seguridad y en consecuencia las Naciones Unidas abordan los desafíos con mayor legitimidad, al menos se convertiría en una organización mejor, o se podría decir, "por lo menos mejor que ahora".
Los líderes de los países miembros de las Naciones Unidas reconocimos la urgente necesidad de reformar el Consejo de Seguridad en el "Pacto para el Futuro" del año pasado y declaramos al mundo que redoblaríamos los esfuerzos para la reforma. Sin embargo, ¿cuánto hemos avanzado en los debates en este último año? Tenemos la responsabilidad de acelerarlos y llegar a una conclusión rápidamente sobre la reforma del Consejo de Seguridad. No hay tiempo para que los países se obstaculicen mutuamente en cuanto a la forma de ampliar el Consejo de Seguridad. Debemos ser muy conscientes de que, incluso en este mismo momento en el que estoy pronunciando este discurso, se están perdiendo vidas inocentes. Debemos reconstruir una gobernanza global responsable. Debemos llevar a cabo con decisión la reforma del Consejo de Seguridad. Japón hace un fuerte llamamiento a la comunidad internacional en este sentido.
Sra. Presidenta
Con el fin de la Guerra Fría, hubo un período en el que surgió la esperanza de que se lograría la paz mundial. Sin embargo, eso fue efímero. Estallaron conflictos étnicos, como por ejemplo la desintegración de la antigua Yugoslavia. Se produjeron ataques terroristas en la ciudad de Nueva York. La situación actual era inimaginable en el momento de la fundación de la ONU: entidades no estatales con un poder destructivo equivalente al de los Estados.
Territorio, etnicidad, religión y desigualdad económica. Estas semillas de conflicto no desaparecerán. De hecho, en una sociedad internacional cada vez más multipolar, se han agudizado aún más. En este entorno lleno de desafíos, ¿qué papel desempeñará la ONU?
Sra. Presidenta,
La situación en torno a Palestina se encuentra en una fase extremadamente grave y preocupante que amenaza con socavar los fundamentos de la "solución de dos Estados", que la comunidad internacional ha buscado durante mucho tiempo y que Japón ha apoyado consistentemente. La reciente ampliación de la operación terrestre en la ciudad de Gaza por parte del ejército israelí empeorará aún más la ya grave crisis humanitaria en la región de Gaza, incluida la hambruna. Japón condena estas acciones, que son totalmente inaceptables, en los términos más enérgicos posibles. Exigimos que cesen inmediatamente. Siento una indignación extremadamente fuerte por las declaraciones de altos funcionarios del Gobierno israelí que parecen negar categóricamente la idea de la creación de un Estado palestino.
No nos podemos permitir ignorar las dificultades inimaginables que enfrentan las personas en Gaza. Japón siempre ha estado al lado de las vidas y la dignidad de las personas de Gaza, a través de la asistencia humanitaria, incluyendo el tratamiento de los heridos de Gaza en Japón. Continuaremos haciendo todos los esfuerzos posibles.
Hubo un tiempo, en el que judíos y árabes coexistieron pacíficamente durante siglos. Muchas personas están profundamente entristecidas por el terrorismo de Hamás y la devastación en Gaza que estamos presenciando ahora. Desde los Acuerdos de Oslo, la comunidad internacional ha logrado avances significativos hacia la coexistencia de los dos Estados y no debemos permitir que esos esfuerzos fracasen.
Para nuestro país, no se trata de reconocer o no el Estado de Palestina sino de cuándo hacerlo. La continuación de acciones unilaterales por parte del Gobierno de Israel nunca puede ser aceptada. Si se toman más acciones que obstaculicen el camino hacia la realización de la "solución de dos Estados", debo decir claramente que Japón se verá obligado a adoptar nuevas medidas en respuesta. Lo más importante es que Palestina exista de manera sostenible y coexista en paz con Israel. Japón continuará desempeñando un papel realista y proactivo para avanzar incluso sólo un paso más hacia el objetivo de la solución de dos Estados.
Al invitar a Palestina a asumir su papel como un miembro responsable de la comunidad internacional, la parte palestina también debe establecer un sistema de gobernanza que garantice la rendición de cuentas. Como se declaró en la resolución de la Asamblea General del 12 de septiembre, exigimos que Hamás libere inmediatamente a los rehenes y entregue las armas a la Autoridad Palestina.
Japón apoyará firmemente la construcción del Estado palestino, es decir, el establecimiento de la independencia económica y una gobernanza eficaz. En el parque agroindustrial de Jericó en Cisjordania, creado con el apoyo de nuestro país, actualmente 17 empresas palestinas emplean a más de 300 residentes y exportan productos de valor añadido como suplementos alimenticios y productos médicos procesados a partir de aceitunas.
Sin funcionarios públicos altamente competentes y con un alto sentido del deber, el Estado nunca funcionará. Japón ha proporcionado formación a más de 7.000 palestinos en 27 años para fortalecer las capacidades de los funcionarios públicos. Continuaremos apoyando activamente el desarrollo de los recursos humanos en Palestina para evitar cualquier tipo de corrupción.
Al avanzar en estos esfuerzos, colaboraremos con nuestros colegas del sudeste asiático, incluidos países musulmanes como Indonesia y Malasia. Japón lanzó un marco con este propósito en 2013 y ha estado liderando el camino desde entonces.
Japón apoya firmemente la iniciativa para promover la paz y una estabilidad duraderas en toda la región de Oriente Medio mediante la ampliación de los Acuerdos de Abraham. Los Acuerdos de Abraham llevan el nombre del ancestro espiritual común de judíos, cristianos y musulmanes. Si bien es muy decepcionante que en estos dos años se haya estancado el progreso hacia el cumplimiento del acuerdo, creo firmemente que su valor nunca disminuirá.
Sra. Presidenta,
Un miembro permanente del Consejo de Seguridad está abiertamente realizando amenazas nucleares. Me preocupa profundamente la situación actual, donde el umbral para el uso de armas nucleares podría reducirse, lo que introduciría nuevas incertidumbres sobre la eficacia de la disuasión nuclear. Debemos enfrentar el problema de las armas nucleares de frente.
Soy plenamente consciente de que, tanto a nivel nacional como internacional, hay voces que piden a Japón, como único país que ha sufrido un bombardeo nuclear, que se una al Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares.
Sin embargo, debemos mantener un "mundo sin guerra nuclear" y lograr también un "mundo sin armas nucleares". Para ello, el TNP, que reúne tanto a los países poseedores como a los no poseedores de armas nucleares, es el marco más efectivo y realista. Japón hace un llamamiento a la comunidad internacional para que promueva el espíritu de diálogo y cooperación, con el fin de que la Conferencia de Revisión del TNP del próximo año se lleve a cabo con éxito y el mundo pueda así estar un paso más cerca de lograr un "mundo sin armas nucleares".
Para Japón, que se encuentra en un entorno de seguridad extremadamente severo en relación con las armas nucleares, la disuasión extendida de Estados Unidos, que incluye disuasión nuclear, seguirá siendo necesaria para proteger la vida y las propiedades de nuestros ciudadanos. No podemos adoptar una posición que niegue la teoría de la disuasión. Esa es la realidad al llevar a cabo una política de seguridad responsable. Sin embargo, el desastre nuclear que nuestro país experimentó no debe repetirse nunca más.
Es un hecho histórico que Hiroshima fue el primer lugar bombardeado por armas nucleares. Sin embargo, que Nagasaki sea el último lugar bombardeado por armas nucleares depende de los esfuerzos incansables y la sabiduría de la humanidad.
Para muchas personas en el mundo, la imagen de la bomba atómica podría ser la nube en forma de hongo que se elevó, capturada desde el aire justo después de la detonación. Pero ¿qué ocurrió realmente bajo la nube en forma de hongo en Hiroshima y Nagasaki hace 80 años?
El 6 de agosto de este año, asistí a la Ceremonia Conmemorativa de la Paz en la ciudad de Hiroshima y presenté un tanka, un breve poema japonés.
"Un hueso grueso debe ser del maestro, junto a él, se reúnen los huesos de pequeñas cabezas".
Es un poema de la poetisa SHODA Shinoe, grabado en el Monumento dedicado a los maestros y estudiantes de las escuelas primarias nacionales víctimas de la bomba atómica, cerca del epicentro. En medio de las llamas ardientes, los estudiantes dependían desesperadamente de sus maestros. El maestro no pudo protegerlos. El poema evoca su dolor.
Muchas personas perdieron la vida y el futuro en un instante. Las que sobrevivieron también han sufrido durante mucho tiempo los efectos en la salud causados por la radiación. Ese sufrimiento continúa incluso ahora, 80 años después. Deseo fervientemente que los líderes mundiales y los jóvenes que abrirán camino en la próxima era visiten Hiroshima y Nagasaki para conocer la verdadera magnitud de los bombardeos atómicos.
Sra. Presidenta,
Corea del Norte es quien está desafiando directamente los esfuerzos hacia un "mundo sin armas nucleares". Su desarrollo nuclear y de misiles es una amenaza grave para la paz y la estabilidad internacionales. Exigimos firmemente la implementación completa de las numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad con el objetivo de lograr la desnuclearización completa de Corea del Norte.
Además, existe el problema de los secuestros de ciudadanos japoneses por parte de Corea del Norte. Las víctimas de secuestro y sus familias están envejeciendo, por lo tanto, la cuestión de los secuestros es un problema humanitario y urgente y, no hay tiempo que perder.
Japón busca normalizar sus relaciones con Corea del Norte conforme a la Declaración de Pyongyang entre Japón y Corea del Norte, resolviendo de manera integral las diversas cuestiones de preocupación pendientes, como los secuestros, el desarrollo nuclear y de misiles, así como el arreglo del lamentable pasado. No hay cambios en esta política.
Nuestro país continuará llamando al diálogo con Corea del Norte. Pedimos encarecidamente a la comunidad internacional su comprensión y apoyo continuos.
3. Desarrollo
Sra. Presidenta,
El papel de las Naciones Unidas no se limita solo a la seguridad en un sentido estricto. Para lograr la paz y la seguridad internacionales, también son esenciales las acciones de las Naciones Unidas en el ámbito económico y social.
El concepto de "seguridad humana" al que Japón concede una gran importancia se centra en el individuo y hace un llamamiento a proteger la dignidad humana. Japón no busca intereses económicos específicos ni apoyo militar a través de su ayuda. Simplemente, queremos reír juntos, llorar juntos y trabajar codo con codo con todos los países del mundo. Este es el fundamento de la cooperación internacional de Japón.
Con esta determinación, el mes pasado, fui el anfitrión de la novena Conferencia Internacional de Tokio sobre el Desarrollo de África (TICAD) en Yokohama. Desde su inicio en 1993, Japón se ha mantenido firme en su compromiso de apoyar la implicación de África en la resolución de sus desafíos. En la conferencia de este año, lanzamos con éxito una iniciativa conjunta para cocrear soluciones innovadoras para abordar los desafíos que enfrenta África utilizando la tecnología y la experiencia de Japón.
También lanzamos la "Iniciativa de la Región Económica del Océano Índico y África" para revitalizar el comercio y la inversión entre África y la región del Océano Índico, y para avanzar hacia la integración regional de África. En la promoción de esta iniciativa, colaboraremos también estrechamente con India. Japón seguirá esforzándose por lograr un "Indo-Pacífico libre y abierto (FOIP)".
4. Conclusión
Sra. Presidenta,
Ningún país puede abrir camino a un futuro brillante sin enfrentarse de frente a la historia. No debemos nunca más repetir la devastación de la guerra. En el aniversario del fin de la guerra en el mes de agosto, yo mismo prometí una vez más grabar esto en mi corazón.
Muchas personas de la generación que experimentó la Segunda Guerra Mundial, que dividió a la sociedad internacional, ya no desempeñan un papel central en muchos países. La comunidad internacional se está dirigiendo nuevamente hacia la división y la confrontación, como en Ucrania y en Oriente Medio, donde se pierden muchas vidas diariamente, y en Asia Oriental, donde se encuentra Japón. La seguridad de estas regiones está estrechamente interrelacionada. El orden internacional libre y abierto basado en el Estado de derecho por el que hemos luchado se enfrenta a desafíos sin precedentes.
Quiero hacer un fuerte llamamiento. Para hacer frente a estos desafíos, es esencial seguir cultivando y protegiendo una democracia sana y robusta.
No asumo la posición de que la paz llegará al mundo si se extiende la democracia. Rechazamos el totalitarismo, el populismo irresponsable, y el nacionalismo estrecho de miras. No toleramos la discriminación ni la exclusión. Creo que una democracia sana y robusta juega un papel fundamental en el mantenimiento y fortalecimiento de un orden internacional libre y abierto y en la promoción de la paz y seguridad internacionales.
La base de esto es el coraje y la integridad para mirar de frente el pasado, fomentar la promoción de la conciencia de los derechos humanos, un discurso saludable que incluya un periodismo con sentido de misión, y un liberalismo clásico que valore la tolerancia de escuchar con humildad los argumentos de los demás.
Sra. Presidenta,
Han pasado 70 años desde la Conferencia de Bandung, donde los países de Asia y África se reunieron por primera vez para abogar por la promoción de la paz y la cooperación mundial. Esa fue la primera conferencia internacional importante en la que Japón participó después del final de la guerra.
Los pueblos de Asia mostraron un espíritu de tolerancia al aceptar a Japón después de la guerra. Debieron de afrontar luchas emocionales inconmensurables al hacerlo. Sin embargo, apoyados por este espíritu de tolerancia y bajo el juramento de no volver a librar una guerra, Japón ha trabajado arduamente para lograr la paz mundial duradera.
En mis intercambios de opiniones con los líderes de Corea del Sur, China y los países del sudeste asiático, he reafirmado mi convicción de la necesidad de avanzar aún más en las relaciones orientadas al futuro, y la he compartido con los líderes de esos países.
Este año, he visitado países en Asia y América Latina, y he mantenido reuniones con muchos jefes de Estado y de Gobierno en Japón, alcanzando un total de 90 países y 4 organizaciones internacionales. Durante estas reuniones, he sentido en numerosas ocasiones que los países consideran a Japón un actor esencial de la comunidad internacional. Espero que Japón siga siendo un país requerido por el mundo. Ese es mi más sincero deseo.
Les pedimos que se unan a nosotros para pedir: La reforma del Consejo de Seguridad lo antes posible. Un “mundo sin guerra nuclear”, un “mundo sin armas nucleares”. Un mundo en el que podamos superar juntos los desafíos globales. Y, solidaridad y tolerancia, no división ni confrontación.
Japón seguirá avanzando junto a la comunidad internacional. No vacilaremos jamás y continuaremos liderando los esfuerzos. Con esta determinación, deseo cerrar mi discurso.
Gracias por su atención.