LLEGARON EN TROPEL LOS ASPIRANTES A TEATRO CON EL MAESTRO SANO

Sano Seki, llamado el “Padre del teatro de México” nació en Tenshin (Tianjín), China en 1905. Su padre era un médico psiquiatra y su madre era hija de Goto Shinpei quien fuera alcalde de Tokio y el primer director del Ferrocarril del Sur de Manchuria, criándose así en una familia de la elite.
     Mientras realizaba sus estudios en la facultad de Derecho de la Universidad de Tokio, realizó actividades del “teatro de izquierdas”.     


EL ÚNICO REFUGIADO POLÍTICO JAPONÉS

En 1930, fue arrestado por tener en su poder un panfleto de propaganda de pensamiento comunista que había recibido de su tío, Sano Manabu, profesor de la universidad de Waseda por lo que estuvo en prisión durante 8 meses. Al siguiente año, Sano se dirigió a los Estados Unidos en 1931 en donde colaboró con Hayakawa Sessue en Holywood y poco después, viajó a Europa y se asentó en Moscú.
  Durante la época en que radicó en la Unión Soviética, Sano tuvo como maestro a Stanislavski y trabajó como asistente de Meyerhold quien era productor en el Teatro de Arte de Moscú. Sin embargo, durante la “Gran Purga” que llevó a cabo José Stalin, se le hicieron acusaciones falsas de ser espía y fue deportado en el año de 1938, dirigiendose a Paris.     Posteriormente llegó a México pasando por Estados Unidos en abril de 1939, pero cuando el barco llegó a Veracruz, se le impidió el ingreso porque “no era deseada la entrada de anarquistas”. Escribió una carta de petición de permiso de ingreso al presidente Lázaro  Cárdenas y obtuvo el permiso de ingreso al país como refugiado político. Se convirtió en el primer refugiado político japonés.
     En 1940, Sano fue recibido en la Escuela Nacional de Artes Dramáticas en donde dirigió la escuela de teatro. De inmediato reunió a cerca de 100 personas y ese año obtuvo un gran éxito con “La coronela”, en el Palacio de Bellas Artes, obra de ballet en el cual participó como director escénico. Años después diría: “me decidí por el ballet porque no podía hablar bien el español”.

 

MEJOR QUE BROADWAY

Después de 1946, Sano comenzó su actividad seria como productor e hizo llegar a los escenarios una obra tras otra. Recibió tres veces el premio por actuación de más alto nivel en México. En 1953, la puesta en escena de “Un tranvía llamado deseo” fue presenciada  por el autor, Tennessee Williams, quien al ver la puesta de Sano lo elogió diciendo: “Fue superior, por mucho, a las interpretaciones en Broadway”.
     En la década de 1950, aquellos quienes aspiraban a dedicarse al teatro en América Latina o se dirigían a Nueva York o se dirigían hacia el Maestro Sano.

 

 

Pie de foto: Sano Seki

 

 

Pie de foto: Sano Seki durante una cátedra en la Escuela de Dramaturgia

 

 

Se burla de Hayashi Fusao

     En junio de 1958, Hayashi Fusao, un amigo de Sano Seki de su época de estudiante en la Universidad de Tokio vino a México. Matsumoto Sanshiro, quien cuidaba de Sano en ese tiempo, organizó una fiesta de bienvenida en la granja del Batán e invitó a unos treinta japoneses, entre los que se encontraba el embajador Chiba. Durante la fiesta Sano pronunció las siguientes palabras como saludo: “Dentro de mis limitadas posibilidades, deseo convertirme en un puente entre México y Japón. Si pudiera ir a Japón, quisiera hacerlo en calidad de alumno para aprender teatro”.
     En los siguientes días, Hayashi y Sano se encontraron con más calma, solos los dos, pero conversando mediante un intérprete,  Miyamoto Jiro, quien era descendiente de japoneses de segunda generación. Esto se debió a que Sano no quiso hablar en japonés con su viejo amigo, debido a que Hayashi había sido en un principio “abanderado de la literatura proletaria”, pero después cambió hacia posiciones derechistas y publicó la “Teoría positiva de la guerra de Asia Oriental y el Pacífico”, justificando la agresión japonesa a China. Sano, quien conocía esa forma de actuar de Hayashi, sólo quiso, interactuar con su antiguo amigo de la Universidad hablándole sólo en español.
Hayashi escribió un artículo en la revista Bunguei Shunshu de enero de 1959 en donde dijo: “Me alegró el reencuentro con el amigo con el que pude hablar con franqueza”. Sano, en cambio, se burló en México de Hayashi por la actitud que había  asumido en esos años. Si Sano era como “plata sin pulir” Hayashi sería como “cobre pulido”.

 

FUNDA UNA ESCUELA DE TEATRO

En 1951 se inauguró una escuela de teatro que acogió a Sano en el primer piso  del Cine Chapultepec (hoy Torre Mayor). En la entrada de la escuela había un letrero que decía: “Un actor sin disciplina es un actor sin talento”. Él era riguroso con la puntualidad y exigía a los alumnos que la respetaran. Se dice que los alumnos de Sano eran entre 3,000 y 6,000.
     Él padecía aprietos económicos y durante un tiempo vivió pobreza extrema teniendo que dormir en un rincón de la escuela, pero poco a poco logró hacer un pequeño ahorro. Después de un tiempo compró lo que fue un monasterio en la calle de Eleuterio Méndez en Coyoacán y lo reformó para crear un pequeño teatro que podía albergar a 150 personas.
     El siguiente año concluyó la construcción del pequeño teatro el cual fue bautizado con el nombre de “Teatro Coyoacán”.  En su reinauguración fue puesta en escena “La Mandrágora”.

EL TEATRO ES PARA VERSE

En los albores del día 29 de septiembre de 1966, Sano falleció de un ataque del corazón,  tenía 61 años de edad. Desde la edad de 48 años había tenido repetidos ataques cardiacos. Sus restos fueron enterrados en un cementerio en Francia. En su lápida estaba escrito en español: “El teatro es para verse”. Después de 35 años, parte de sus restos regresaron a Japón en brazos de su hermano menor y fueron enterrados en el cementerio de Tama.

 

Pie de foto: El Cine Chapultepec que estaba en la calle de Reforma. En el primer piso se encontraba la escuela de teatro de Sano. Actualmente en ese lugar se edificó la Torre Mayor.

Pie de foto: Tumba y máscara mortuoria de Sano Seki que se encuentran en un cementerio francés.