OTOMO NO YAKAMOCHI VINO A MÉXICO

Otomo no Yakamochi quien es uno de los autores de la “Colección de los 10 mil poemas-Manyoushu”, se vio envuelto en las rivalidades de la nobleza  del Palacio Imperial llevando una vida de decepciones. Oguita llegó a pensar que tal vez Yakamochi vino a México en sus últimos años de vida y también dijo que  Nezahualcóyotl había tenido a Otomo no Yakamochi como ancestro. Oguita, quien evolucionó en un pensamiento libre sin fronteras entre la realidad y la ilusión, fue una persona quien llevó una vida feliz.

 

DEL DIARO DE OGUITA (EXTRACTOS)

24 de julio  de 1947, a sus 49 años de edad escribió este poema:

“Cuando yo muera sepúltame a la sombra del nopal
Las flores del nopal darán fruto
Si alguien llega a visitar mi tumba
Bríndale una tuna
Entonces,
Canten una canción que dice
Es una fruta muy sabrosa
Pero su defecto es tener espinas.”

3 de agosto  de 1948
“Hoy es el día en que nací, hace 50 años.
“Issa dejó un haiku que dice  “no he tenido tiempo libre para bailar”. Comparado con la vida miserable de Issa, de algún modo a mí me ha sido otorgado el llevar una vida feliz y afortunada. Se lo agradezco a Dios.

4 de agosto  de 1949, 52 años
Cerca de las 12, fui con mi esposa a ver una exposición de Diego Rivera en un museo de arte. Justo en 1930 nos conocimos él y yo. Serán ya más o menos 20 años. En aquella época se encontraba presentando sus cuadros en Estados Unidos de una manera abundante. Recuerdo haber hecho propaganda para él haciendo un gran esfuerzo en “Furarostuna”.
 Él es una persona que se esfuerza. Es un ser humano quien ha vivido acompañado de los cuadros y los pinceles desde la mañana hasta la noche durante 50 años.
 Estaba en la exposición un cuadro de los cactus que se yerguen en el campo. En alguna ocasión lo visité justo cuando estaba pintando este cuadro. Fue el otoño de 1931. Además también estaba expuesto el cuadro de la luna apareciendo en Tehuantepec. También es una obra de más o menos 1931; yo mismo la quería comprar pero desistí porque costaba 1,000 pesos.

30 de noviembre de 1949.
   Máximas que no debo olvidar:
   No se debe platicar mucho con los japoneses.
   Es mejor conversar con los extranjeros. Toman las cosas tal y como se les dicen y son de mente abierta.
   El hacer ostentación del dinero es la cúspide de la estupidez.
   Siempre se debe tener un corazón sincero hacia la gente y no se debe hacer visitas a los enfermos y otras personas, con un sentimiento frío deseando que piensen bien de uno por la apariencia.
   La amabilidad es observada por los ojos piadosos de Dios.
   Yo soy japonés. Debo siempre venerar al emperador en el palacio del corazón.
   El pasado es importante. El presente es más importante. El futuro es aún más importante.
   El pasado, el presente y el futuro son lo que se llama la Santa Trinidad  .

1950, 6 de noviembre  53 años
  A las 11, mientras estaba en mi trabajo, vino la esposa (una mujer mexicana) de Ozawa. Estaba llorando. Problemas con mujeres de Ozawa… Llevando a su propia esposa fue al teatro y compró boletos para otra mujer y la hizo sentar atrás de ellos; un acto terrible que no tiene descripción. Ignora demasiado a su esposa.
   Se ha burlado así de ella y ella dice que no va a regresar más a su casa. Eso no puede ser. Debe tranquilizarse y actuar después de juzgarlo bien.
   Los japoneses casados con mexicanas son abandonados en su vejez por sus esposas e hijos. Es frecuente que los mexicanos en la vejez abandonen a su esposa e hijos y se vayan a vivir con otra mujer.

1954, 12 de octubre  56 años
  Desde el atardecer, voy a escribir los manuscritos de la traducción de las canciones antiguas. (Oguita decía poder leer Manyoushu en los idiomas antiguos de Caldea y griego clásico)

24 de octubre
  Como va a venir el ministro del exterior Okazaki fui casi una hora antes al aeropuerto. Cuando lo llamé “señor Okazaki” volteó a verme. El embajador dijo: “Es el señor Oguita.”
   Me saludó diciendo “¡Hola!” Me reencontré con el señor Okazaki después de 35 años. Me dijo: “Pero si no has cambiado nada”.
(Okazaki Masao era alumno de un grado superior al de Oguita en la escuela secundaria Atsugui)


Manyōshū (万葉集 man'yōshū?, lit. Colección de la Miríada de Hojas) es la colección de poesía japonesa más antigua existente y de más relevancia histórica, compilada durante el período Nara, e inicios del período Heian. El compilador, o el último de una serie de ellos, se cree fue Ōtomo no Yakamochi, y el último poema registrado en la colección data del año 759.