Villa continuaba combatiendo a los enemigos dentro de su país como de costumbre, mientras era perseguido por el ejército Norteamericano. Cuando aún no pasaban 20 días de que había atacado Columbus, el ejército de Villa atacó el ejército de Carranza que estaba en Camargo, a 150 km al sur de la ciudad de Chihuahua.
     Villa se colocó a la vanguardia y fue dispersando a los enemigos a sus anchas pero en esa ocasión recibió una herida de bala bajo la rodilla derecha. La bala penetró hasta el hueso. Villa, quien ya no podía moverse, fue llevado hasta una cueva en las montañas.
     Ya no pudiendo llevar el liderazgo, nombró comandante supremo a su mariscal de campo. Cuando de repente dejaron de verlo, corrió el rumor de que había muerto durante la batalla. Él rio a carcajadas cuando escuchó tal rumor.


LA BALA NO PUEDE SER EXTRAÍDA

 

Pensando: “Con esto los gringos deben retirarse. Ya no habría razón para perseguirme”, mandó  a un sirviente al periódico de la ciudad de Parral llevando la noticia de que: “Villa fue herido durante la batalla. Murió 2 días después”. Esta noticia corrió por todo México, y mientras el pueblo se sorprendía con ello, Villa reposaba con calma y planeaba la estrategia para lo sucesivo.
     Sin embargo, la herida no hacía sino empeorar. La fiebre no bajaba y la pierna derecha seguía hinchándose. Como no se podía extraer la bala, el veneno del plomo se extendía por toda la pierna derecha. Un brujo de la tribu yaqui que vivía cerca le chupó con la boca la herida mientras entonaba sus hechizos pero no tuvo ningún efecto. Incluso fue llevado a la cueva un herrero italiano pero no pudo hacer nada.

 

OCULTÁNDOSE EN LA HACIENDA DE JOU TSUTOMU

 

Aunque se dejó correr la noticia de que “Villa ha muerto”, era peligroso esconderse en la misma cueva todo el tiempo. No se sabía por dónde podría correr la noticia de que aún estaba vivo. Decidió trasladarse a otro lugar.
     A Villa lo acompañaba constantemente el oficial Martín López. Martín era hermano menor de Pablo López, su fiel confidente. Ambos habían tenido una gran participación durante el ataque a Columbus pero, cuando Pablo, el hermano mayor, huía,  le dispararon en ambas piernas y fue capturado por los soldados carrancistas cuando se ocultaba en una cueva.
     Pablo, quien fue sentenciado a muerte, apareció en el lugar de la ejecución llevando bastón. Había un norteamericano quien quería presenciar la ejecución. Se cuenta que Pablo, quien odiaba a los norteamericanos solicitó que se retirara; cuando le fue concedido, soltó el bastón y permaneció de pie sobre las piernas que no sanaron, haciendo esfuerzos desesperados, hasta que las balas lo atravesaron.
     Martín, el hermano menor del héroe, decidió llevar a Villa al Rancho Colorado que era una hacienda propiedad del japonés Jo Tsutomu. Martín había trabajado con Jo hasta que ingresó al ejercito de Villa.

 

LA CIRUGÍA DE EXTRACIÓN TUVO ÉXITO

 

Jo nació en 1887 (año 20 era Meiji) en Kogota en la prefectura de Miyagi. Llegó a México como migrante en la Oaxaqueña. Se salió del cultivo 6 meses después, trabajó en una mina en el estado de Chihuahua y luego puso una miscelánea. Jo, cuyo negocio se expandía viento en popa, en 1913 incursionó en las minas de oro y compró una hacienda de 100 hectáreas comenzando también el negocio de ganado.
     Villa recibió las curaciones de Jo en el Rancho Colorado pero el dolor intenso no cesaba y la inflamación no cedía.
     Un médico fue llevado a caballo con los ojos cubiertos desde un poblado cercano. De inmediato se llevó a cabo la cirugía de extracción de la bala. Jo hizo las veces de asistente. La operación tuvo éxito y Villa recuperó el apetito. Martín cazó una liebre, Jo la cocinó y se la dieron de comer a Villa. El médico recibió 100 monedas de oro y bajó de la montaña.

 

 

 

 

 

EL EJÉRCITO DE PERSECUSIÓN SE RETIRA DE MÉXICO

 

Cuando Pershing se enteró que Villa estaba vivo, hizo rechinar los dientes del coraje y puso una recompensa de 100,000 dólares por la cabeza de Villa. Por ese entonces los periódicos mexicanos comenzaban a escribir que “la intervención del ejército de un tercer país es una violación al derecho internacional”.
      Pershing se retiró de México en febrero de 1917 después de no conseguir nada al ser evadido por Villa durante casi un año. Justo por esas fechas estaba por comenzar la Primera Guerra Mundial y Estados Unidos tenía que enviar sus soldados a Europa. No estaban como para preocuparse por Villa.
Pie de foto: 5,000 dólares por la cabeza de Villa y 1,000 por sus secuaces. Éste es el póster de recompensa expedido por la policía de Columbus. Tiene la misma fecha en que fueron atacados por Villa, 9 de marzo de 1916.

 

Póster del lado mexicano “Villa vive”